Marzo 2005

        01-03-2005. Se despidió el mes de febrero con un frío inhabitual . Me dicen que la temperatura ha llegado hasta los 16 grados bajo cero. Nadie recuerda un invierno tan duro y seco como éste, en el que ha estado helando un día tras otro.

        05-03-2005. En pocos días han fallecido tres personas de nuestro pueblo. El día 27 murió en Murcia Ignacio Hernández..., el de la Julia. Tenía ochenta años. Recuerdo cuando toda su familia marchó hasta Alemania. Fue una de las primeras que lo tuvieron que hacer en aquellos años sesenta en los que se abrieron las puertas a la esperanza en una nueva vida para tantos españoles.

       Vivian en nuestro barrio cuando solamente en cuatro casas había tantos chavales como ahora van a la escuela en todo el pueblo. Cuando marcharon una parte de nosotros se fue con ellos. Los juegos en el toral no volvieron a ser los mismos y dos asientos quedaron vacíos en  solana junto al corral del Bregao y en el serano de las calurosas noches de aquellos veranos en los que la televisión aun no nos secuestraba dentro de las casas.

         Muchos de los emigrantes fueron volviendo poco a poco al pueblo, algunos para  emigrar de nuevo a Bilbao, Barcelona Madrid...Julia e Ignacio repartieron su vida entre Valladolid y Murcia junto a sus hijas Julia y Carmen. En esta última ciudad descansan sus restos, pero su recuerdo permanece en muchos de nosotros así como el de mi tía Julia, Juli, Carmen y tantas otras personas cuyas vidas tanto significaron en nuestra niñez y el destino las alejo de nuestro pueblo.

        El día... fallece José Manuel de Jesús, primo carnal de mi madre y uno más de los miembros de la larga familia de Los Cantineros que nos deja. Toda su vida fue labrador y, al contrario que Ignacio, no tuvo que emigrar. Sin embargo también paso los últimos días de su vida fuera de nuestro pueblo, algo a lo que estamos condenados la mayoría de nosotros si la construcción de una residencia de ancianos no lo remedia e impide el peregrinar a meses por las lejanas ciudades donde han tenido que marchar la mayor parte de los jóvenes o a  terminar en las asépticas residencias de otros pueblos.

      Su esposa, Asunción, murió ya hace bastantes años. Nuestro más sentido pésame a sus hijos Asunción, José, Angelita y Antonio.

       En su memoria, con permiso de Tomas, pongo  este poema:

 

          Juani, la de Quico, la madre de Paco, era más joven. En poco tiempo la enfermedad la ha llevado a la muerte. Es difícil hacer una semblanza de las mujeres esposas de los labradores de nuestros pueblos, siempre a la sombra de sus maridos haciendo las tareas de la casa y cuidando de los hijos, pero también  trabajando en el campo infatigablemente. Mari , la de Toño, escribió un poema dedicado a la mujer rural. Pongo un pequeño retazo:

Cuando antiguamente ibas ataviada con pañuelo negro sobre tu melena dejando ver tu mejillas

sonrojadas, quemadas por el sol como si fueran amapolas en un campo de trigo.

Tus manos morenas y agrietadas por la hoz, cada arruga un suspiro, dada grieta una ilusión y tus pies hinchados de tanto trajinar.

Tu pelo al viento y tu saya larga tapando tu pudor. Por la calle vas con modestia, sin volver atrás la cabeza, ni tan siquiera para salir al encuentro de las miradas de los hombres.

        11-03-2005.  Recuerdo cuando ya hace cerca de treinta años escuchaba el Canto de los Pájaros , interpretado por el mismo Pau Casal, en un disco de vinilo que guardo junto otros muchos, hasta que compre una nueva aguja para viejo tocadiscos. Hoy he oído como sonaba esa triste melodía, escrita sin embargo como un canto para la Paz, en los minutos de silencio en alguna de concentraciones en las que se ha recordado el terrible atentado de hace un año. Luego he ido al campo y he estado, también algún tiempo, escuchando los cantos de los pájaros, interpretados por los mismos pájaros, y su música me ha parecido igual de triste, pese a saber que el suyo ya es un anuncio de la primavera.

       Pero la vida sigue y  con el ascenso de la temperatura que, por fin, parece terminar con el duro invierno, veo a las primeras mariposas. Hay una falsa creencia en relación a la vida efímera de estos hermosos animales, una vez que han llegado a la fase adulta de su metamorfosis. Sin embargo muchas de ellas no solamente consiguen sobrevivir al invierno escondidas en oquedades de árboles o rocas, sino que hacen largas migraciones huyendo del frío, hasta que, como ahora, regresa el buen tiempo. Hoy he podido ver dos especies: La Vanesa Atalanta, llamada Vulcana  por el color anaranjado, a veces rojizo de sus alas, y la Ortiguera (aglais urticae) que recibe ese nombre por que sus orugas se alimentan de fundamentalmente de hojas de ortiga.

      

        18-03-2005. Aunque no quiero que esta página sea la de obituarios de un periódico,  me temo que despedir para siempre a uno tras otro de nuestros mayores será en el futuro algo habitual en nustro pueblo. Pero me resisto a que nuestro corazón se endurezca hasta el punto de pensar que los que nos dejan sean meras cifras estadísticas que  muestren que esta tierra se va  quedando sin sus hijos poco a poco. Otros dos de ellos, con a apenas sesenta años, han fallecido. Anteayer fue Sara la de Máximo, ayer Jesús, el de Hernia. La primera inesperadamente, Chus después de resistir varios meses, y con gran fortaleza, una muerte anunciada. Los dos vivían fuera del pueblo aunque, como otros muchos, regresaban a Cabeza del Caballo para estar con nosotros gran parte del año. Ambos marcharon de aquí formando parte de la diáspora migratoria de la España rural de los años sesenta, Sara lo hizo como esposa de un Guardia Civil, Jesús desempeñando ese trabajo.  Es una pena que ninguno haya podido disfrutar plenamente de una sosegada jubilación después de el lago trasiego por  diferentes Casas Cuartel.......

        19-03-2005. El mes pasado Tomás me envío por correo un poema inspirado en una humilde fotografía que muestra la imagen desangelada de un petirrojo posado en la rama de una zarza, junto al caño el Ejido. Hoy le he pedido permiso para publicarlo y, así, compartir con todos la belleza de sus versos:

                     POEMA PARA UN PÁJARO EN LA NIEVE


                         Ya había dejado de llorar cuando la nieve
                         llegó con su silencio manso y frágil;
                         entonces rebrotó en el cristal de la memoria
                         la ternura del mundo, viejas fotos,
                         sendas entre quimeras, peñas, robles
                         que vigilan la quietud helada
                         de tus labios de lumbre, la certeza
                         de una tierra que incita a los regresos siempre,
                         con rosas, con susurros, con acordeones,
                         en esta invasión de la blancura, en
                         las manos que se inmolan, su aterida
                         pasión de albores y besos y recuerdos,
                         más allá de la devastada soledad
                         de la rama inerme en la presencia
                         ceremonial de una boda sin deslindes.
                                                           Y de pronto
                         se posó el revoloteo feliz de la esperanza
                         en la claridad del campo, el suspendido
                         esplendor de la endeblez, ojos de desatino,
                         pecho de fuego, desconcierto pardo...

                         Un pájaro perdido en el cenit de la armonía.

                                                     Tomás Rodríguez


 

        20-03-2005. Por fin la lluvia riega los campos sedientos y los labradores pueden respirar aliviados tras la larga sequía que les quitaba el sueño.

        29-03-2005. Esta año la Semana Santa ha estado pasada por agua. Casi no recuerdo cuando fue la última vez que la gente no pudo salir al campo. Cuando éramos pequeños nos quedaba la alternativa de encerrarnos en alguna pajera y tampoco se pasaba mal jugando al escondite,  a la cuña la ciega o a la cachetita,  a veces entre el estiércol de la s ovejas.

       De todas formas ha habido muchas familias que ha estado estos días disfrutando de la compañía de los suyos.