MATANZA TRADICIONAL

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21/12/2016, por Cata

Matanzas caseras que se aferran a la tradición familiar
Los sacrificios de cerdos en domicilios bajan, pero algunos se resisten a perder la costumbre
.En la campaña pasada Castilla y León celebró un 4,31 % menos de matanzas caseras que la anterior, mientras que la bajada en la última década fue del 58,9 %: se ha pasado de las 52.202 de 2004-2005 a las 21.412 matanzas del 2014-2015.
El número de matanzas en casa ha ido disminuyendo cada año por diversos factores, la comodidad, los cambios de vida, el desconocimiento sobre cómo aliñar los productos, la carencia de un sitio donde hacerla, la falta de tiempo han hecho se celebre cada vez menos matanzas en las casas. . Pero muchos son los que se siguen resistiendo a abandonar una tradición en la región, que incluso, es costumbre familiar y las conciben como un fin de semana familiar o con amigos y otros las retoman para que sus hijos o nietos vean lo que vivieron de pequeños.
El sacrificio de animales fuera del matadero para autoconsumo es una actividad tradicional que se mantiene en nuestros días. En algunos casos, como ocurre con los cerdos sacrificados en domicilios particulares para autoconsumo, conserva cierta importancia estacional en Castilla y León.

Las matanzas del cerdo surgieron con la necesidad de proveer de carne a la familias del medio rural durante un año y llegaron a convertirse en todo un acontecimiento social -casi 'sagrado'- entre familiares y allegados, pero la tradición pierde fuelle año tras año.
La matanza tradicional está en peligro de extinción. El abandono de los pueblos y de las costumbres agro-ganaderas diarias están convirtiendo la típica imagen del otoño en un acontecimiento cada vez más singular. Los datos lo atestiguan y aunque a todos nos gusta disfrutar de los manjares caseros del cerdo, la realidad es que cada vez hay menos gente dispuesta y preparada para esta labor.

Una labor tradicional cada día mas en desuso en los hogares rurales que, sin embargo, cada año tiene un mayor interés turístico, como lo demuestran la decenas de fiestas de la matanza y jornadas gastronómicas diseminadas por toda España en las que se suele recrear una matanza típica y se degustan los productos del cerdo.

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