Febrero 2002

                 01-02-2002. En los primeros días de febrero podemos ver en el campo la primera de las flores silvestres que nos anuncia la primavera, aunque cronológicamente aun estemos en pleno invierno. Me refiero a la anadeja (azafrán silvestre).

            Esta pequeña planta comienza a florecer en esta época entre las barceas, las bardas y las escobas en las proximidades del río, en zonas soleadas y al abrigo del viento. En la base de su tallo, bajo tierra, se forma un pequeño bulbo rodeado de fibras secas, que es comestible. Antiguamente, cuando para los niños no era tan fácil conseguir caramelos, los mayores les traían del campo pequeños ramilletes de esta planta que consumían como verdaderas golosinas. Tiene un cierto sabor a tierra pero es dulce. Hay que tener cuidado en no confundir esta planta con el cólquico (la llamada flor de otoño) ya que la ingestión de cualquier parte de este puede ser MORTAL. Aunque ambas plantas tienen el mismo color  (rosa-morado) y tienen casi el mismo tamaño, es fácil distinguirlas ya que crecen en estaciones diferentes: La flor del cólquico -junto con la de el torvisco- es la última que aparece después del verano, mientras que la anadeja es la primera que surge después de los días más fríos del invierno ; Además el cólquico casi no tiene tallo y las hojas son más alargadas.

            02-02-02. Curiosa fecha.

          03-02-2002.  Un grupo de niños de la escuela asisten a una concentración de los chavales de la zona en Olmedo de Camaces y Cerralvo. Pese a la lluvia se celebraron diferentes juegos y actividades y se divirtieron aunque los padres que cuidamos de ellos nos aburriéramos un poco. 5 litros/m

          04-02-2002.1 litros/m

              05-02-2002.  Por fin llueve de verdad. Hoy ya se puede decir que comienzan a correr los regatos ya que la tierra comienza a estar saturada y todo el agua que cae va formando pequeños hilos cristalinos que pasan poco a poco a formar el entramado de pequeños cursos de agua que se van uniendo hasta llegar al río.13 litros/m

              Junto las anadejas hay otras plantas que nos anuncian la primavera. Aunque ya desde hace algún tiempo algunos brotes   han comenzado a surgir al abrigo de pequeños rincones especialmente resguardados entre las peñas, es en estos días cuando se ve ya el resurgir de las gamonas y las cañas.....

              Se celebra hoy la fiesta de Las Águedas, una tradición reciente en nuestro pueblo pero que poco a poco se va afianzando. Por la tarde un grupo bastante numeroso de mujeres recorren las calles al son de la gaita y el tamboril pidiendo la merienda.

            06-02-2002.   Esta mañana Abel nos a leído un pregón en el que se convoca a los vecinos a una reunión en los locales del Juego Pelota en la que se informará sobre el estado en que se hallan los trabajos relacionados con la Concentración Parcelaria   3,5 litros/m

            07-02-2002. En el día de hoy otra persona mayor fallece lejos de su pueblo. En Madrid y a loa 91años ha muerto el tío Vicente Holgado, padre de Rogelia. Vicente y Adolfo. Creo que era el que más edad tenía en Cabeza del Caballo.  Su mote era el de Vicente Farelo y todos lo recordamos sentado en el poyo de su puerta, al lado de la iglesia, contando historias. La última vez que estuvo aquí fue en Las Madrinas y estaba ávido de compartir sus recuerdos con todo el que se le acercaba. Tal vez ya presentía que no volvería  a vernos. D.E. P.

              Para todos los que fuimos a la escuela en nuestro pueblo, la fecha del jueves merendero les traerá recuerdos entrañables. Tal día como hoy todos los muchachos dedicábamos la tarde a ir a merendar al campo junto a los maestros.....

              Aprovechando esta fecha y la proximidad de Los Carnavales, la Asociación de Padres de Alumnos y los profesores del C.R.A de Cabeza del Caballo, que engloba a los pueblos de Cabeza del Caballo, Valderrodrigo y La Vídola -  Fuentes de Masueco y La  Peña, que formaban parte de él ya no cuentan con escuela por falta de niños-, decidieron celebrar una fiesta de disfraces en el pueblo de Valderrodrigo. Participaron todos los niños y  profesores, recorriendo las calles con unos elaborados trajes de época confeccionados con periódicos , cartulina y plásticos. Ya pondré fotografías.

              El Ayuntamiento a acordado celebrar el próximo lunes una representación de la matanza al modo tradicional para ser degustados algunos de sus productos durante el día del martes, coincidiendo con la fiesta de Los Carnavales.

              08-02-2002.  Se celebra la anunciada reunión convocada por los técnicos de la Concentración Parcelaria con los propietarios de tierras en el pueblo. En ella se in forma del estado en que se hallan los trabajos realizados. Así, se da por finalizada la primera etapa en la que se han realizados estudios de campo, calificaciones provisionales y reclamaciones. A partir de mañana se expondrán al publico las calificaciones y las resoluciones definitivas después de estudiar las alegaciones, de palabra o por escrito, de los disconformes con las primeras puntuaciones. A partir de ahora lo expuesto en los diferentes mapas y documentos tienen el carácter de acto administrativo y solamente se podrá reclamar mediante el recurso correspondiente (Ya informaré cual de ellos). De todas formas si los errores son de hecho y no de derecho - por ejemplo un cambio de nombre o de titularidad evidentes- se pondrá solucionar hablando directamente con los responsables. También mañana se expondrá en los locales del Ayuntamiento el mapa de los caminos que, si bien no tiene un carácter definitivo, se acercará mucho a ello. 

           Finalmente se han entregado unos impresos  (docum1.jpg (63852 bytes) docum2.jpg (57945 bytes)) para poder solicitar las parcelas deseadas en base a una serie de criterios que vienen, mas o menos, explicados en el mismo.       

               09-02-2002.   A Jose de la Rosi le han querido cambiar su Nissan Patrol por un Peugeot 206 de Vitigudino, contra su voluntad. Finalmente se lo han devuelto algo arrugado.

            10-02-2002. La Asociación de Senderismo LA FACENDERA -de Salamanca- tiene previsto realizar una marcha por el río de Las Uces. Con ese fin nos han visitado cinco de sus miembros con el fin de realizar un estudio previo del recorrido que piensan hacer, desde Las Uces hasta Las Espundias. Hoy solamente hemos conseguido llegar hasta el puente de Robleo ya nos hemos entretenido bastante.

                El día previsto es el 7 de Abril y si tiene éxito también el 14. La ruta prevista consiste en salir del pueblo de Las Uces después de visitar los restos arqueológicos (castro vetón, estelas romanas, fuente medieval, crucero...) y la interesante ermita de la Madre de Dios "que está en Las Uces". Desde allí se descenderá por la rivera del río visitando los puentes y molinos -especialmente el del Ran, que podremos ver por dentro- .Está previsto comer en el molino de Lucas y luego intentar llegar hasta el puente de Robleo y Las Espundias. De todas formas la Asociación de Senderismo La Facendera ya nos comunicará el recorrido definitivo. 

        Os podéis apuntar contactando conmigo.

              11-02-2002. En los locales del ayuntamiento, además del de los caminos, se hallan expuestos los mapas definitivos de la clasificación de las fincas. A primera vista no se aprecian demasiados cambios con respecto a los iniciales. Sin embargo el mapa de los caminos si que ha causado sorpresa y, en algunos casos, hasta indignación. Por ejemplo han desaparecido: El camino de Fuentes, el que va a la casa de Graciliano, el de la Charca de los Llanos desde el caño del Ejido....

               Fotografías de la Matanza popular.

              13-02-2002. Durante estos días las idas y venidas al Ayuntamiento son constantes por parte de todos los propietarios de tierras con el fin de comprobar las clasificaciones definitivas  y, junto con el examen del mapa de los nuevos caminos, ir preparándose para solicitar el emplazamiento mas idóneo para sus nuevas parcelas.  

               14-02-2002. En el recorrido que hicimos por el río el día 10 nos quedó por andar el tramo desde el puente de Robleo hasta Las Espundías. Pensamos que tal vez habría que dejar de ver alguna parte del río si queríamos llegar hasta las espundias. Hoy voy a comprobar el tiempo que se tardaría en llegar desde el molino de Lucas hasta allí atrochando por Peña Sobrera y el Jarretón, dejando de lado Portocarros y el Molino del Cura. He empleado en el recorrido dos horas y media y he podido comprobar la diferencia que hay entre la zona quemada y la que quedo libre del fuego. Aquella, pese a que el color verde ya domina todo el suelo, presenta un aspecto desolado cuando caminas entre los robles quemados mientras te vas haciendo a la idea de que los que no volverán a reverdecer son más de los que parecía en un principio.

        De todas formas hay que mantener la esperanza en que la primavera hará renacer muchas de las plantas que ahora se nos presentan marchitas. Entre que las ya han florecido solamente puedo observar cinco ( espacio para poner las fotografías cuando las tenga). De ellas solamente sé el nombre de la anadeja , y las campanitas .

              15-02-2002. En Robleo puedo ver que otra planta no muy abundante en nuestro pueblo, a excepción de esta zona, ya hace días que ya ha florecido. Me refiero al narciso.

              16-02-202.  Hacía tiempo que tenía ganas de dedicar una tarde a intentar fotografiar alguna nutria. Uno de los lugares donde  más muestras de su actividad se pueden ver es en Singuirina. Una vez allí dedico un tiempo a preparar un escondite realizado con escobas donde poder pasar desapercibido. Permanezco allí dos horas observando el río hasta la puesta del sol, momento en que tengo que decidir abandonar la espera si no quiero que se me eche la noche encima. Cuando bajo por la orilla del río oigo unos chasquidos característicos de pisadas sobre las hojas caídas de los robles. Permanezco inmóvil un momento y entonces veo como una zorra pasa caminando tranquilamente por la otra orilla del río. Con los prismáticos  contemplo durante varios minutos como sube por la ladera buscando entre las escobas una posible presa . Mas arriba marca con su orín una peña que destaca sobre las demás y dirige su mirada hacia donde me encuentro. Comprendo que ha descubierto mi presencia pero no huye corriendo, simplemente se pierde astutamente en la maleza. Cuando me dispongo a continuar mi camino un ruido similar al anterior me hace dirigir mi vista hacia donde lo escucho y puedo comprobar como otra zorra, tal vez de sexo contrario, sigue los pasos de aquella. También puedo contemplarla bastante tiempo mientras asciende  hacia lo alto de la ladera después de pasar y oler la peña don de su compañera había dejado su marca.

            A muy pocos metros de allí, al final del piélago de Singuirina, me espera una sorpresa mayor: Las tranquilas aguas que reflejan entre la ya penetrante oscuridad la escasa luz del atardecer, comienzan a ondularse en torno a una figura que emerge silenciosamente y que enseguida sospecho que se trata de una nutria. Inmediatamente miro por los prismáticos y  puedo ver que no es una sino dos las nutrias que suben jugueteando hacia el lugar donde me encuentro. Tomo la cámara de fotos pero, al igual que me ocurrió cuando vi a las zorras, compruebo desilusionado que no hay luz suficiente para plasmar ese momento. Me hallo en un lugar totalmente descubierto a la orilla del agua, sin bayones y sin nada que me permita esconderme para no asustarlas. Simplemente me pongo de rodillas sobre la hierba y espero. Curiosamente las nutrias, entretenidas en sus juegos, posiblemente amorosos, han pasado a escasos cuatro metros de mi sin verme. Durante varios minutos han continuado jugueteando sumergiéndose en el agua y volviendo a emerger con los habituales movimientos ondulantes de sus cuerpos. Finalmente se pierden entre las oquedades de varias peñas  mientras decido que tengo que abandonar este hermoso espectáculo y continuar mi camino hasta los pontones de Portoviejo, donde tengo el coche, si no quiero que se me haga totalmente de noche en medio del río. Según me alejo continuo escuchando el tenue chapoteo que producen las nutrias mientras en lo alto de la ladera los pequeños ladridos y el guarreo de las zorras se extienden por toda la rivera.

            17-02-2002.  Seguimos en nuestro empeño de continuar ascendiendo por la rivera del Huebra con el fin de explorar estos arribes que, al contrario de los del Duero, aun no han sido domesticados por la constante ampliación del espacio anegado por la construcción de  presas hidroeléctricas. Nos proponemos hoy avanzar desde el Puente de La Molinera hasta donde nos sea posible. Formamos el grupo: Manolo Zapatero, Cesar el Panadero, Juanma el del Milano y Luis de Julio. Dejamos un coche en La Molinera y otro en Saldeana con la esperanza de que podamos llegar hasta allí aunque sabemos que éste tramo es el más escarpado de todo el río.

            La mañana se presenta soleada aunque durante la noche ha helado y el frió se hace notar cuando en torno a las 9,30 comenzamos a andar desde el Puente de la Molinera por el margen derecho del Huebra. De todas formas vamos ligeros de ropa por que sabemos que más tarde no la vamos a necesitar.

            Estamos en invierno pero es ahora cuando los almendros,  en aquellos lugares donde aun quedan restos de su cultivo, donde no se han quemado o donde han vuelto a crecer bravíos, muestran más esplendoroso su manto de flores blancas. Aunque no hay muestras de incendios recientes, la ausencia de árboles de gran porte nos recuerdan que en algún momento las llamas han arrasado estos lugares. De todas formas aun podemos contemplar encinas, enebros, hojaranzos, moreras, quejigos, higueras, ..y todo tipo de arbustos.

            Caminamos los primeros cientos de metros a través de pronunciadas pendientes por las que podemos avanzar gracias a  los senderos marcados por el ganado vacuno, aunque nos parece mentira que éste pueda descender hasta lugares tan inhóspitos. Mas adelante ya solamente encontramos algunos restos de actividad humana hace tiempo abandonada. Así, podemos sentarnos junto apriscos y pequeñas cabañas preparadas para guardar las crías de las cabras con el fin de resguardarlas de las alimañas hasta ser llevadas al terminar la jornada de pastoreo hasta las majadas de la llanura. Seguimos nuestro camino al lado mismo del agua hasta que la dificultad del terreno nos hace ascender hasta los mas alto de la ladera. En estos momentos el esfuerzo nos ha proporcionado el suficiente calor como para no necesitar las ropa que dejamos en el coche.  Aun no hemos llegado a lo alto de la falda cundo  vemos que el Huebra se quiebra en una gran curva. Estamos frente al llamado Campanario de Saucelle y decidimos que la mejor manera de pasar es volver a bajar al cauce del río. Así lo hacemos y nos damos cuenta de que hemos avanzado unos escasos 500 metros desde el lugar donde lo abandonamos anteriormente.

            Ahora ascendemos por el lecho mismo del río, unas veces saltando y otras trepando por las abundantes peñas, contemplando la enorme erosión que sobre ellas ha producido el agua. Al igual que en el tramo que Manolo y yo hicimos más abajo de La molinera, podemos ver ingentes cantidades de redondeadas piedras similares a grandes huevos de granito; algunas de ellas tienen la forma de una esfera casi perfecta. Alguien propuso llenar  las mochilas para llevarlas de adorno. Entre bromas de ese tipo decidimos que es el momento de comer algo y tomar una pinta del fresco vino de la bota. Paramos sobre una gran peña al lado de una pequeña cascada y cortamos un trozo de salchichón, poco para llegar con hambre a la hora de la comida.  Además, Manolo nos hace creer que nos hemos dejado la costilla , la panceta y el chorizo en casa y llegamos a pensar que tenemos que racionarlo.

            Continuamos nuestro camino sorteando las grandes rocas entre las que discurre el agua, tranquila gracias a  la falta de precipitaciones durante este año, hasta que llegamos a un piélago que nos corta el paso. Manolo se arriesga y pasa junto al agua pero el resto decidimos bordear la zona por la ladera. Solamente habíamos llevado dos litros de agua y aprovechamos a beber en un pequeño manantial que surgía de la hendidura de una peña y empezamos a comprender que íbamos necesitar racionarla más adelante. En cierto momento perdimos el contacto con Manolo y llegamos a preocuparnos. Sin embargo finalmente fue él quien tuvo que orientarnos para bajar al río ya que avanzar por la falda se nos hizo imposible. Así llegamos hasta el  Campanario de Saucelle. Este es un lugar verdaderamente espectacular y hermoso donde el Huebra forma una profunda hoz. Creemos que el nombre se debe a una gran torre granítica que se eleva desde el mismo cauce del y separada del resto de la orilla. El recodo que forma el río está ocupado por un gran piélago al que cae el agua suavemente después de deslizarse por la pulida superficie de una un lastrón que atraviesa casi todo el lecho. Nos imaginamos la violencia que se desencadenará aquí cuando el cauce de agua se el habitual de un periodo lluvioso. En la misma curva y en el margen izquierdo de ese gran pozo se ha formado una relativamente amplia meseta elevada unos diez metros sobre el nivel del agua y, después de todo lo andado, sentimos una sensación extraña al andar por una superficie plana pese a estar rodeados de enormes farallones. Allí vemos unos excrementos de cabra que no nos explicamos como han llegado pero que nos animan a continuar ya que pensamos que si el ganado a pasado por estas piedras nosotros también lo haremos.

            Ya es la hora de comer pero decidimos continuar hasta que veamos que no podemos seguir por el cauce y haya una salida asequible hasta la altiplanicie. Allí mismo y hacia Barruecopardo se halla el arroyo de Ferradores. Nos parece que puede ser una salida de dificultad mediana pero pensamos que aún es demasiado pronto para salir del río. Mas tarde nos arrepentiríamos de haber apostado por seguir. Cuando habemos caminado cerca de dos kilómetros comenzamos a temer que la salida no va a ser tan sencilla pues vemos que el cauce está cada vez mas encajonado entre paredes casi verticales. Finalmente, el agua nos corta el paso. Por la orilla de Bermellar unos impresionantes cortantes  dibujan un infranqueable muro en la línea del cielo. La única salida es volver sobre nuestros pasos hasta el arroyo de Ferradores o intentar bordear el gran pozo que nos impide el paso e intentar subir por el arroyo de la Huerta. Optamos por esta última solución pero en cierto momento cometemos el error de sentirnos lo suficientemente fuertes como para ascender hasta la planicie siguiendo una dirección  totalmente vertical. Además ya nos hemos hecho a la idea de que no podemos pararnos a comer hasta que no hayamos salido de lo que empieza a ser una ratonera.

            Cuando llevamos empleada más de una hora escalando aun no hemos sorteado ni la mitad de la pendiente. Cesar y yo comenzamos a mostrar signos de estar cansados y en algún momento realmente agotados. Además ya no tenemos agua y la sed comienza a hacer mella en nuestro animo. Cuando llevamos casi una hora trepando entre la maleza y las rocas, Cesar se da cuenta de que ha dejado su gorra sobre una peña a la orilla del río. Lo ha acompañado desde hace 15 años en todas sus salidas al campo pero ni se nos ocurre volver a buscarla. Pero lo peor de todo es la incertidumbre de no saber lo que nos espera más arriba mientras miramos temerosos los enormes riscos que ascienden por la otra orilla. Comenzamos a hacernos a la idea de que es posible que tengamos que volver sobre nuestros pasos pero continuamos ascendiendo, ahora ya con la ayuda de una cuerda que, en previsión de que pudiéramos afrontar alguna emergencia, hemos traído. A partir de aquí esta será nuestra más inseparable amiga y al mismo tiempo la que nos invita a  ir arriesgando cada vez más. Juanma y Manolo lo hacen  en varias ocasiones para poder afianzarla en lugares seguros. Cesar tiene la camiseta empapada de sudor y, previsor, ha traído una de repuesto pero, cosas del destino, ésta a quedado olvidada en algún lugar haciendo compañía a su gorra.

            Son las cinco de la tarde y, después de dos horas de ascensión arrastrando cansancio, sed, hambre -a pesar de llevar las mochilas llenas de comida- e incertidumbre, llegamos hasta lo que creemos que es el último escollo para salir de la ratonera en la que nos hemos ido adentrando. Frente a nosotros tenemos una verdadera pared formada por enormes bloques de granito totalmente lisos. Su altura es de unos cinco metros y está franqueada a la izquierda por un enorme espigón de grandes rocas rodeadas de zarzas completamente inexpugnable. A la derecha ya hemos visto que ascendemos paralelos a un profundo precipicio que se extiende hasta una poblada colonia de buitres cuyo vuelo bajo nuestros pies nos hace pensar en malos augurios. Durante un buen rato nos movemos de un lado a otro hasta llegar a sentirnos acorralados por el espacio que nos rodea. En la esquina izquierda del muro que nos impide salir vemos una especie de cueva formada por el derrumbe de un bloque de granito sobre otro. Manolo apoyándose en sus paredes casi consigue llegar hasta la parte superior pero a menos de dos metros de la superficie  la excesiva inclinación la última roca se lo impide. Además, una de las piedras a la que se agarra comienza a desplazarse hacia él y a duras penas consigue sujetarla para que no lo aplaste. Tras este susto y cuando ya son las cinco y media, debemos decidir buscar otro camino. Yo soy partidario de bajar cuanto antes al río y, desandando nuestros pasos, intentar salir por el arroyo de Ferradores antes de que se nos venga la noche encima. Juanma y Manolo siguen empeñados en buscar una salida hacia arriba y este último, después de bajar unos metros por las lastras que nos habían llevado allí, escala por las rocas que nos separan del cortante del lado donde se encuentra la buitrera. Durante unos minutos, que se nos hicieron eternos, dejamos de verlo y de oír su voz. No contesta a nuestros llamamientos y los sentimientos de preocupación, incertidumbre y esperanza  se pueden ver en las miradas que nos cruzamos el resto de nosotros. Finalmente el milagro se produce y Manolo regresa para decirnos que por allí hay salida. No nos lo queremos cree ya que tememos llegar a otro escenario parecido al anterior. Pero ante la insistencia del que comenzamos a considerar como un salvador ( Cesar lo invita a una cena de lo que quiera si conseguimos salir por allí), decidimos seguirle auxiliándonos con nuestra inseparable cuerda. Inexplicablemente no encontramos gran dificultad para ascender estos últimos metros ya que el único peligro lo encontramos al cruzar por una peña totalmente colgada sobre el abismo pero lo suficientemente ancha como para no resbalar en ella.

            Cuando pisamos la hierba del llano por primera vez nos pareció una verdadera alfombra. Sentíamos una extraña sensación de bienestar al mismo tiempo que nos resistíamos a creer que realmente hubiéramos conseguido escapar del laberinto en que nos habíamos metido. Nos imaginábamos que si Manolo no hubiese hallado esa salida, en esos momentos deberíamos estar bajando hacia el río muertos de sed, de cansancio y temerosos de no poder salir de día. Allí y dada la terrible sed que arrastrábamos, sentados en una piedra, nos tomamos el café mas exquisito que recuerdo. Lo llevábamos para después de la comida que no llegamos a preparar y de la que finalmente decidimos prescindir hasta que lleguemos a Cabeza del Caballo. Cesar se da cuenta de que hoy es el día de perder cosas ya que, además de la gorra y la camiseta, un podómetro que llevaba sujeto al cinturón se ha quedado en el camino. Recuerda que la última vez que lo vio fue a escasos metros del último esfuerzo que hicimos y casi está seguro del lugar donde se le cayo pero, pese a que lo estrenamos aquél día lo damos por bien perdido antes de volver a recorrer la poca distancia que nos separa de él.

            Ahora ya solamente nos queda llegar hasta Saldeana . La distancia es aun grande pero pensamos que es mejor alejarnos del cañón del río para no volver a entrar en nada que se  parezca a un terreno escarpado. Para ello nos dirigimos hasta las minas de Barruecopardo para ir por la carretera e intentar que algún buen samaritano pasase por allí y quisiera llevar a uno de nosotros para recoger nuestro coche. Llegamos a la carretera a las siete de la tarde y no hubo más remedio que llegar hasta Saldeana andando ya que los pocos posibles samaritanos que pasaron lo hicieron en sentido contrario. Cuando llegamos ya era totalmente anochecido y ya solo nos quedaba volver a recoger el otro coche en La Molinera y regresar a nuestro pueblo. Allí nos dirigimos hasta el bar de la Patro y ésta se dignó amablemente a prepararnos en su cocina la costilla, la panceta y el chorizo que tan esforzadamente habíamos paseado por el Huebra.

Fotografías

            22-02-2002. Como os dije ya está expuesto al publico el mapa provisional de los nuevos caminos. Nos dijeron que podrá ser modificado en última instancia, aunque no significativamente. Parece ser que hay algún error en los que parten del pueblo (Por ejemplo: el del Camino de Fuentes, el de La Charca del Ejido, el del Cementerio....). Lo he fotografiado y escaneado. Como podéis ver no está orientado al Norte. Si alguien quiere que se le aumente algún parcela me lo puede decir por e.mail. 

        Los caminos nuevos están pintados de verde; los antiguos lo están en blanco y negro. El color rojo solamente sirve para dividir los polígonos aunque suele ir tanto por los caminos viejos como por los modernos.:

mapconc1.jpg (59709 bytes) Pulsa para verlo ampliado

               24-02-2002.  Este fin de semana hemos podido ver como muchos de los paisanos que viven fuera del pueblo se han acercado hasta aquí para poder ver cómo han quedado los nuevos mapas de la Concentración Parcelaria y para recoger los documentos que acreditan las clasificaciones definitivas de la misma.

                  25-02-2002.   El próximo día 10 de Marzo se celebra la VII Marcha por los Arribes del Duero en Vilvestre. Os pongo una copia del Programa por si alguno queréis ir:

mvilv202b.jpg (78128 bytes)       mvil2002a.jpg (109508 bytes)

               26-02-2002. La Ingeniera encargada de continuar con el proceso de la Concentración Parcelaria, es decir con la recogida y estudio de las instancias de las solicitudes de la ubicación de las nuevas parcelas, ha recibido por primera vez a la gente en el pueblo. Solamente ha podido hablar con unas diez personas. Vendrá los lunes y los miércoles y se ha creado una lista para apuntarse con antelación. De todas formas también se puede hablar con ella en Salamanca -en el edificio de la Junta de CyL en el Paseo de Canalejas Nº? - .

       No sé exactamente cual es el plazo legal para entregar las instancias. La gente dice que el 20 de Marzo. Cuando me entere con certeza os lo diré.

              27-02-2002.5 litros/m

            28-02-2002.14 litros/m